viernes, 31 de agosto de 2012

Pues esta España que decimos tal es como el paraíso de Dios


Así comenzaba Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León, su definición de España en la Estoria de España o Primera Crónica General. Sin entrar a valorar lo más o menos borracho que estaba aquí el amigo Alfonso, uno de los reyes más inútiles pero con mejor prensa de toda la Edad Media hispana, si alguno de ustedes quiere leerla completa la adjunto al final de la entrada. El caso es que los personajes de esta aventura de Aquelarre viven en la Castilla de la primera década del siglo XIII, así que ¿Cómo es la España que les ha tocado en gracia? ¿Qué saben de lo que ocurre en el mundo? En las siguientes entradas voy a intentar resumir de la forma más sencilla y amena posible como es la “España Mágica” que sirve de escenario a esta aventura.

Lo primero que hay que resaltar es que, como bien he indicado antes, esta es una España mágica. ¿Qué quiero decir con esto? Que si bien la historia y sus protagonistas (al menos hasta el inicio de la aventura porque luego Dios dirá) son los mismos que los de nuestra propia historia, en esta España de la Edad Media las leyendas son algo más que leyendas. Detrás de esas cancioncillas populares, esas creencias folclóricas, hay una realidad palpable. La magia existe, las criaturas mágicas también. Y qué decir del mal y el bien encarnado.  Pues eso, que cuando en un pueblo tienen la tradición de que hay un enorme lagarto que cuida de una fuente mágica junto a la dehesa, en verdad hay un pedazo de bicho más grande que un cocodrilo que habita junto a la fuente y se come a todo bicho viviente que se acerca a abrevar el burro. Por poner un ejemplo.

Hecha esta necesaria aclaración paso al grueso de la materia. Durante el periodo histórico que sirve de escenario a esta aventura/campaña de Aquelarre las dos grandes religiones monoteístas se dividen el control de la Península Ibérica. El norte para los cristianos y el sur para los mahometanos. Los judíos por su parte, que estar están, pero dominar, lo que se dice dominar dominan poco, desde finales del siglo XII se han dedicado a emigrar de forma masiva hacia tierras cristianas para ponerse bajo la protección y el patrocinio de los reyes cristianos, porque el panorama del sur se les había puesto un tanto negro. Como vemos en esta España viven las tres culturas, pero la tolerancia pacífica y tal les adelanto que brillaba por su ausencia. Para la próxima entrada (el lunes que viene, Dios mediante) les daré a ustedes detalles jugosos sobre las tierras de al-Andalus, ahora bajo el control de unos muchachos un tanto fundamentalistas, el Imperio Almohade. 

Y aquí tienen ustedes el texto prometido:

«Pues esta España que decimos tal es como el paraíso de Dios, ca riegase con cinco ríos cabdales que son Ebro, Duero, Tajo, Guadalquivir, Guadiana; e cada uno dellos tiene entre si et ell otro grandes montañas e tierras; e los valles et los llanos son grandes et anchos, et por la bondad de la tierra et ell humor de los ríos lievan muchos inicios et son ahondados... España es ahondada de mieses, deleitosa de fructas, viciosa de pescados, sabrosa de leche et de todas las cosas que se della facen; iena de venados et de caza, cubierta de ganados, lozana de caballos, provechosa de mulos, segura et bastida de castiellos, alegre por buenos vinos, folgada de ahondamiento de pan; rica de metales, de plomo, de estaño, de argent vivo, de fierro, de arambre, de plata, de oro, de piedras preciosas, de toda manera de piedra mármol, de sales de mar et de salinas de tierra et de sal en peñas, et dotros mineros muchos: azul, almagra, greda, alumbre et otros muchos de cuantos se fallan en otras tierras; briosa de sirgo et de cuanto se face del, dulce de miel et de azúcar, alumbrada de cera, complida de olio, alegre de azafrán. España sobre todas es engeñosa, atrevuda et mucho esforzada en lid, ligera en afán, leal al señor, afincada en estudio, palaciana en palabra, complida de todo bien; non ha tierra en el mundo que la semeje en abondanza, nin se eguale ninguna a ella en fortaleza et pocas ha en el mundo tan grandes como ella. España sobre todas es adelantada en grandez et. más que todas preciada por lealtad»
 «¡Ay España! non ha lengua nin engeño que pueda contar tu bien...».



0 comentarios:

Publicar un comentario